El cambio de hora 2024, ¿será el último cambio de hora en España?

El cambio de hora 2024, ¿será el último cambio de hora en España?

El cambio de hora ha sido una constante en nuestras vidas. Dos veces al año, ajustamos los relojes con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar. Pero, ¿el cambio de hora de 2024 será el último cambio de hora en España? Esta práctica, implementada en primavera y otoño, tiene como objetivo principal aprovechar más las horas de luz solar y reducir el uso de iluminación artificial. 

A pesar de los debates recurrentes sobre la utilidad de estos cambios de hora, España es uno de los países que continúa realizándolos, y el Boletín Oficial del Estado (BOE) 2022-2026 contempla tres cambios de hora para los próximos tres años. Esto es así porque España sigue una directiva del Consejo de la Comunidad Europea que establece los cambios de horario en toda Europa cada marzo y octubre. 

El primer cambio de hora de 2024 se llevará a cabo el domingo 31 de marzo. Esa madrugada a las 2:00 a. m. pasarán a ser las 3:00 a. m. en la península, lo que significa que se dormirá una hora menos. En las Islas Canarias, el cambio de hora ocurrirá una hora antes que en la península, a la 1:00 a. m. serán las 2:00 a. m. Este horario se mantendrá hasta el domingo 27 de octubre cuando se establecerá el horario de invierno (ST), atrasando nuevamente los relojes.

Pero, ¿qué tan efectivo es este cambio de horario bianual? En este post, veremos los orígenes de esta práctica, qué beneficios energéticos y ambientales comporta, así como los retos y debates actuales que rodean a esta práctica.

En qué consiste el cambio de hora: origen y objetivos

El cambio de hora consiste en ajustar los relojes una hora hacia adelante en primavera y una hora hacia atrás en otoño. Tiene sus orígenes en la idea de aprovechar mejor la luz natural durante los meses más cálidos. Esta práctica fue propuesta inicialmente por Benjamin Franklin en 1784, con el fin de economizar velas durante la noche. Sin embargo, no fue implementada de manera oficial, sino hasta la Primera Guerra Mundial, como una medida para ahorrar energía.

El primer cambio de horario en España ocurrió en 1918 con la introducción del horario de verano. A pesar de ello, esta medida no fue permanente, ya que entre 1920 y 1925, y nuevamente entre 1930 y 1936, el país no llevó a cabo el cambio.

En 1940, el Gobierno decidió que España adoptara el mismo horario que el de Europa central, lo que marcó el retorno a los cambios de horario. Aunque esta medida se ha mantenido hasta hoy, hubo un lapso en el que no se implementó el horario de verano, sino que se mantuvo el horario de invierno durante todo el año, desde 1950 hasta 1973.

Sin embargo, en 1973, España volvió al horario de verano debido a la crisis energética provocada por el aumento de los precios del petróleo, con el objetivo de lograr un ahorro energético.

Los objetivos principales detrás del cambio de horario son maximizar el uso de la luz solar durante las horas en que la gente está despierta. La idea es alcanzar una mayor eficiencia energética al aprovechar más la luz solar, reduciendo el uso de la iluminación artificial y el consumo eléctrico asociado. El cambio de hora no solo afecta a los relojes, sino también a nuestro ritmo biológico y al funcionamiento de distintos aparatos electrónicos.

¿El cambio de hora contribuye a la eficiencia energética?  

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro potencial en iluminación podría alcanzar los 300 millones de euros, equivalente al 5% del total. De esta cifra, 90 millones se atribuyen al ahorro en hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar.

Los 210 millones restantes, podrían ahorrarse en edificios del sector terciario y en la industria. Aunque de momento no tenemos estudios, avances o trabajos en los últimos años, el informe más actual data de 2018 y lo realizó la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo, según Europa Press.

¿Qué beneficios tiene el cambio de hora?

Económicos
La adopción de la medida de cambio de hora puede traducirse en un significativo alivio económico. Argumentos a favor de esta iniciativa subrayan su capacidad para reducir la factura eléctrica tanto en hogares como en negocios, derivado de una disminución en la necesidad de iluminación artificial y consumo energético.

Ambientales
Más allá de los beneficios económicos, la eficiencia energética promovida por este ajuste horario tiene un efecto positivo en el medio ambiente. La optimización en el uso de energía fomenta una notable disminución en la emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la protección de nuestro planeta.

Sociales
La extensión de horas de luz diurna que propicia el cambio de hora incentiva a la población a disfrutar de más tiempo al aire libre. Esta modificación en nuestros hábitos diarios no solo promueve el entretenimiento y el ejercicio físico, sino que también tiene el potencial de mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas.

Retos del cambio de hora

Existe un debate en curso sobre la pertinencia de mantener el cambio de horario. Algunos argumentan que los beneficios energéticos son limitados y que los efectos negativos en la salud son significativos. En contraste, otros defienden que el cambio de horario es una medida esencial para la eficiencia energética y la lucha contra el cambio climático.

Posibles efectos negativos en la salud del cambio de hora

Al alterar el ritmo circadiano, puede desencadenar dificultades para conciliar el sueño y afectar el bienestar general de ciertas personas, especialmente aquellas más sensibles a los cambios en los patrones de luz.

Inconvenientes para algunos sectores económicos del cambio de hora

La modificación de la hora puede generar complicaciones considerables en sectores económicos clave, como el turismo, al modificar los horarios de actividades turísticas y en la agricultura, al ajustar los ciclos de producción a la nueva hora.

    Más del 80% de los europeos quiere poner fin al cambio de hora

    En 2018 la Comisión Europea llevó a cabo una consulta pública debido al debate sobre el cambio de horario. El resultado fue contundente: más del 80% de los 4,6 millones de participantes abogaban por poner fin a los cambios de hora.

    Basándose en este veredicto, la Comisión, a solicitud de Finlandia, propuso abolir esta práctica. Aunque en marzo de 2019 se planteó que fuese el último cambio horario, la falta de consenso entre los estados y las evaluaciones de impacto retrasaron la posible derogación del cambio horario.

    cambio de hora parlamento europeo

    A pesar de que la Comisión Europea aprobó la eliminación del cambio horario en marzo de 2018, la Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo decidió posponer hasta 2021 la supresión del cambio de hora bianual recomendado por la Comisión Europea. Esto daría a los países más tiempo para decidir si mantendrán el horario de verano o el de invierno.

    La dimensión geográfica de la UE complica el debate sobre la adopción de un horario permanente o variable, ya que su impacto varía considerablemente entre ciudades. Las diferencias en la duración de la luz solar de este a oeste dentro de un mismo huso horario pueden superar los 90 minutos.

    En Helsinki, el solsticio de invierno ofrece menos de seis horas de luz solar, en contraste con las 19 horas en el solsticio de verano, según un análisis del Parlamento Europeo. En el sur, se observa un equilibrio mayor con 15 horas de luz en el pico máximo y un poco más de nueve en el extremo opuesto, según el mismo estudio.

    Otras formas de contribuir a la eficiencia energética

    Mientras reflexionamos sobre los pros y los contras del cambio de hora, vale la pena considerar de qué otras maneras podríamos aplicar estas lecciones de eficiencia energética en nuestra tecnología y vida diaria para promover la sostenibilidad global. Optar por reacondicionados en lugar de dispositivos nuevos puede ser una de estas vías, además de adoptar hábitos en nuestro día a día que reduzcan el consumo energético.

    Recuerda que cada uno de nosotros jugamos un papel significativo en la adopción de hábitos más sostenibles y tecnologías eficientes que respondan a los desafíos actuales como el cambio climático. Adaptarse es crucial, y en la medida en que nos ajustemos a prácticas más conscientes, mejor preparados estaremos para enfrentar futuros retos globales.